La familia de Kevin casi nunca sale de vacaciones. Cuando por fin deciden pasar unos días en casa de una tía, Kevin es el único que se entusiasma. En el camino, las cosas se complican: el perro se enferma, se acaban los pañales, el auto se descompone. A su regreso, la familia promete no salir de vacaciones nunca más. Pero Kevin no puede esperar a contarle a su maestra sobre su fantástico viaje.