Abel desea tener un amuleto que lo proteja, como la cadena con una cruz que usa su amigo Chirris. Para conseguirlo, debe ir a la colonia Las Vías. Allí conoce a Chipi, un niño que vive en las casas-vagón. Pronto se hacen amigos y, poco a poco, la desigualdad entre sus mundos se vuelve evidente. Todo se complica cuando el Gobierno decide demoler las casas-vagón de Las Vías, pero Abel no permitirá que tal agravio se lleve a cabo… aunque deba desobedecer a sus padres.