Si bien las urbes suelen presentar un rostro opaco, sin espacio para el tipo de vitalidad que otorga la naturaleza, a veces esconden un espíritu rebosante de flora y fauna, opuesto a sus calles y edificios. Los protagonistas de este libro nos invitan a descubrir la riqueza propia de las áreas verdes en las ciudades, y nos ayudan a reencontrar la paz que nace bajo la sombra de un árbol.